El Paraiso de Villamil de Rada

RAÚL LÓPEZ FERNÁNDEZ


Tradición turística, de bellos encantos naturales.

Su majestad, el lllampu.

La Gruta de San Pedro.

Ríos cristalinos serpentean sus praderas,

como hilos de plata.

Sorata, la Perla Andina,

El Paraíso Edénico,

La Villa de Esquivel,

Joya que brilla en las faldas del coloso lllampu,

Perla incrustada en medio de esmeraldas,

Jardines pintorescos y coposas palmeras.

Pinos araucanos que levantan sus copas,

Por encima de casas de roja techumbre.

Praderas de bellos encantos,

De vegetación fresca y primorosa.

Campiñas de menta, fragancia de yerba buena.

Perfume de tierra mojada.

Triunfo de juventud con ansias de vida

Risa de sol y jardines de flores multicolores

Mañanas primaverales y tardes crepusculares,

Tierra de verdes maizales y rubios trigales.

De campos verdes y floridos;

De blanquecinas cascadas y arroyos cristalinos,

Que parecen emitir entre sus notas,

Celestiales acordes musicales,

Y tiernos cánticos de profundo amor,

se discurren entre hojas

y frutos de aquellos vistosos frutillares.

Rosas y violetas, juncos y nardos;

Azucenas de fresco perfume,

Vida de diálogo, de risas y cantos;

De sueños y suspiros, inspiran al poeta:

Es la vida del campo,

de belleza y amor.

"Mi ardiente mirada en tu pupila se hunde codiciosa,

Como la abeja en el cáliz de la rosa".